Esposa ve a su marido entrar al motel con una mujer y salir 1 hora después fatigado – Historia del día

Una mujer tenía el presentimiento de que su esposo la estaba engañando, por lo que decidió seguirlo un día después de que él salió de su trabajo.

Amanda era una ama de casa de cuarenta y dos años que estaba casada con un médico y tenía dos hijos maravillosos.

Como ella y su esposo eran considerados parte de las familias de “élite” en su vecindario, prestaba mucha atención a su reputación y a cómo los demás percibían a su familia.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Desde que era una niña, siempre había soñado con ser ama de casa. Se imaginaba con quién se casaría y cómo serían sus hijos. Para ella, la familia era muy importante porque creció viviendo en un hogar roto después de que sus padres se divorciaran cuando era una niña.

Aunque su madre le dijo una vez que su padre las había dejado para irse a trabajar a un país lejano, descubrió cuando era mayor que él en realidad le había sido infiel a su madre.

Desde entonces, prometió que no le sucedería lo mismo y que se esforzaría para tener una vida familiar ideal. Amanda estaba viviendo esa vida: eran la familia perfecta. Su esposo era médico y sus hijos eran estudiantes sobresalientes.

Todas las mañanas, ella se despertaba para preparar el desayuno para toda la familia. Todos bajaban a la cocina y discutían las noticias de la mañana y sus planes para el día antes de ir a la escuela y al trabajo.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Amanda disfrutaba de la vida que estaba viviendo y estaba feliz de que su familia adorara la comida que preparaba: era todo lo que siempre había querido.

Su esposo, Julián, era un cirujano muy respetado. Era el médico más confiable para realizar operaciones complejas en su ciudad, y la gente volaba desde otros estados para ser tratada por él.

Mientras tanto, Amanda estaba feliz de quedarse en casa y esperar a que sus hijos y su esposo regresaran. Cuando no estaba limpiando o preparando comidas, estaba en el estudio de yoga para su clase diaria o en la cafetería con otras amas de casa en su vecindario.

Un día, se sorprendió cuando su esposo no llegó a casa a tiempo para la cena. Él no le había dicho que llegaría tarde, así que esto la molestó.

Julián llegó a casa una hora más tarde de lo habitual. Amanda y sus hijos ya habían terminado de comer. Él lucía cansado y desarreglado, así que ella le preguntó qué había pasado. “¿Estás bien? Pareces exhausto”, le dijo.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“Fue un día duro en el trabajo. Tuve que quedarme hasta tarde por un caso raro”, explicó antes de devorar la comida en la mesa.

Siendo la mujer meticulosa que era, Amanda no estaba convencida por la respuesta de su esposo. Ella sintió que algo andaba mal, pero decidió no decir nada.

Sin embargo, al día siguiente, durante el desayuno, la mujer notó que el teléfono de su esposo se iluminó con un mensaje que decía: “¿Vendrás hoy?”. Cuando Julián la vio mirando el teléfono, inmediatamente lo volteó hacia abajo.

El presentimiento de Amanda le decía que su esposo la estaba engañando. Sin embargo, ella optó por no discutir con él, pues no estaba lista para enfrentar la verdad en caso de que confirmara que él estaba saliendo con alguien más.

En cambio, esa noche esperó a que Julián saliera del hospital donde trabajaba. A las 6:00 p.m., él salió puntual, como todos los días. Se subió a su auto y se alejó, y ella se subió a un taxi para seguirlo.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Un par de minutos después, su auto se detuvo frente a un motel. En este punto, el corazón de Amanda estaba acelerado y temblaba incontrolablemente. Se bajó del taxi y se escondió cerca de la entrada.

Su esposo entró al motel donde una mujer salió y lo saludó. Entraron juntos en una habitación. Amanda estaba desconsolada. No podía creer lo que veía. Tenía muchas ganas de golpear algo.

Una hora más tarde, Julián salió y Amanda, enojada, corrió hacia él. “¡Me estás engañando!”, gritó. “¿Cómo pudiste hacerme esto a mí? ¡¿Cómo?!”, preguntó ella, golpeando el pecho del hombre con sus manos.

“Amanda, cálmate”, le dijo Julián a su esposa, tratando de contenerla. “Déjame explicarte”.

La tomó de la mano y la llevó al interior del motel. Abrió la puerta de la habitación en la que estaba y ella se sorprendió por lo que vio.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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La mujer vio a un hombre acostado en la cama, con las piernas incapacitadas. Julián explicó que se trataba de un viejo paciente y un veterano del ejército que ahora no podía permitirse el lujo de recibir tratamiento en el hospital.

“Verás, la rehabilitación es bastante costosa, por lo que este hombre ya no podía permitirse el lujo de ir. Quedó incapacitado tratando de luchar por nuestro país. Le debemos mucha gratitud, así que decidí tratarlo gratis. Vengo aquí varias veces a la semana”, explicó el médico.

“No podía decirle a nadie sobre esto porque nuestro hospital no permite el trabajo gratuito, así que lo he estado haciendo en secreto. Lamento haberte hecho dudar de mi fidelidad hacia ti, Amanda”, se disculpó. “Te amo, y nunca te engañaría”.

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